
Hajar Samadi, presidenta de la Asociación de Mujeres Musulmanas Bidaya, habla sobre la sentencia que permite a las empresas prohibir el velo a sus empleadas:
«El mensaje general ha sido que no debe importar el físico en un trabajo, sino el CV y la profesionalidad. Que la ética en el vestir de una mujer musulmana se basa en unos valores y en unos principios, que desde fuera sino se entienden se deben de respetar. Que el hiyab no viene en patera, formamos parte de la realidad europea, que también producimos, no sólo somos consumidoras. Y que el discurso de «que nos obligan a llevar velo» y blablabla es un discurso desfasado, que ya no vale, porque tenemos argumentos y evidencias para desmontarlo con nuestra voz y presencia»