Muchos israelíes y medios israelíes opinan que darle una bofetada a un soldado es una ofensa mayor que dispararle a la cara a un niño palestino.
En un reportaje de la CNN sobre la bofetada que le dio Ahed Tamimi a un soldado israelí no se mencionó que un soldado israelí acababa de dispararle a la cara a su joven primo.
Sin embargo, un artículo de Atlantic que contenía información muy valiosa sobre la situación, minimizó el disparo en la cara del niño dejándolo en un párrafo al final del artículo.
He aquí información que los medios están omitiendo:
Mohammed Tamimi tiene unos 15 años (algunos medios dicen que 14).
Estaba desarmado y no suponía ningún peligro cuando un soldado israelí que estaba a pocos metros le disparó a la cara.
La bala entró en la cara de Mohammed por debajo de la nariz.
Rompió su mandíbula y se alojó en el cráneo.
Según un testigo, la sangre brotaba de su cara como si de una fuente se tratara.
Debido a los numerosos controles que los israelíes hacen en tierra palestina, Mohammed fue trasladado a un hospital donde siete cirujanos le intervinieron durante seis horas. Le extrajeron la bala, reconstruyeron su mandíbula y le indujeron a coma artificial durante 72 horas.
Un artículo de Haaretz dice: «La parte izquierda de su cara está deformada, fragmentada, hinchada y cicatrizada; hay sangre coagulada en su nariz, metralla en su cara; un ojo está cerrado y una cicatriz se extiende por todo su cuero cabelludo. Su cara está cortada. Le han quitado algunos de los huesos del cráneo en la operación y no se los repondrán hasta dentro de seis meses.»
El hecho de que un soldado dispare a un niño a corta distancia habría sido noticia en todos los medios. Pero como el soldado era israelí, el niño palestino y estas atrocidades están a la orden del día en Palestina, apenas se ha mencionado el asunto.
De hecho, si la prima de Mohammed no hubiese abofeteado a un soldado altamente armado y preparado para el combate que invadió su casa previamente atacada con gas lacrimógeno, nadie sabría nada de él.
Y ahora, en vez de ver a un soldado juzgado por disparar a un niño desarmado a la cara, vemos a una niña de 16 años y a su madre que les esperan años de cárcel.
Un ministro israelí dijo: «deberían pasar el resto de sus vidas en la cárcel.»